Al escribir

Cuando se me pregunta por mi primer recuerdo, tengo en mente las tardes con mi tía, quien supervisaba que hiciera las tareas de inicial de 4 y 5 años (hacer bolitas pequeñas con cada una de mis manos). Años después leería que esas tareas y demás servirían para el desarrollo de la motricidad fina. Aunque aprendiera a escribir por esos años, y al pasar los grados, siempre tuve envidia de la caligrafía en cuadernos ajenos. Asimile la escritura de mi mamá, de todos aquellos que me rodearan, pero siempre sentía que me esforzaba y nunca me salía natural.

En la adolescencia, fui lo más libre. Pude rescatar un cuaderno con muestras de esa época

 Como se puede notar, era tan libertina con la caligrafía, pero creo que era mi respuesta a no podía copiar el estilo de los demás y me propuse que mezclar sería lo mío. Otra vez, descubriría con el tiempo que existía la grafología, y supongo que en algo tenía razón cuando señalaban mi letra. En la juventud tuve ciertos cambios, no tan radicales.

Este recuento viene a que, durante años usé cuadernos y libros plantilla de caligrafía, y no vi más resultados que los que muestro aqui. A traves de Internet encontré ciertos ejercicios, plantillas y videos. No es una cura mágica. ha significado constancia en 30 minutos al día, de mi parte, en la madrugada y a veces lo hago con la izquierda, a veces intento con ambas manos, por lo que uso un cuaderno viejo con hojas sin usar.

En tu buscador favorito o pinterest puedes encontrar digitando "ejercicios de caligrafia". Yo hice con lápicero rojo, unas plantillas inspiradas en las que encontré y las empiezo a dibujar con lápiz encima de la tinta, así me evito de malgastar hojas y borro una vez que las encuentro muy marcadas.

Mis avances han sido lentos pero satisfactorios, encuentro mi letra más entendible y las personas en mi entorno no hacen tanto esfuerzo para leer y la prioridad es que no me esfuerzo más, probablemente eso sea lo que más me alegra.